RESEÑA
HISTORICA
La UEP Colegio Madariaga,
ubicada actualmente en la Calle Libertad Sur 54 sector centro Municipio
Girardot, Parroquia Madre María de San José de la ciudad de Maracay del Estado
Aragua, Teléfono 0243-2463850 y 2468517 inscrita en el Ministerio del Poder
Popular para la Educación (MPPE) bajo el Código PF00720503, es una institución
educativa que cuenta actualmente con los niveles de Educación Inicial,
Educación Primaria y Educación Media General y sus objetivo se identifica con
lo establecido en las leyes escolares venezolanas.
El 15 de septiembre del año
1970, la UEP Colegio Madariaga inicia sus actividades en la ciudad de Maracay,
con el objeto de ofrecer a los niñas y niños una alternativa en educación
personalizada integral, llena de amor, con enfoque humanístico. El Nombre del
Insigne Padre José Cortez “Madariaga”, quien marco pauta en la historia de
Venezuela, ya que intervino en la ruptura de la junta suprema de gobierno,
presidida por Vicente Emparan, triunfando de esta manera la Revolución. Así
mismo participo activamente en muchos hechos que marcaron la historia de
nuestro país fue adjudicado por el profesor Ramón Castillo, quien fue un gran
apoyo en los trámites legales para la fundación de nuestra institución, junto a
un gran equipo que permitió el nacimiento de lo que hoy día representa una
Unidad Educativa de alto prestigio, con gran profesionalismo, elevada calidad
humana con mucha mística, siempre adaptándose a los cambios de una sociedad en
permanente transformación, de tal manera de alcanzar su autorealizacion y sus
proyectos.
Cabe destacar que la primera
sede de esta Institución estaba ubicada en la calle hipódromo, la cual funciono
en esa sede hasta el año 1972, para luego cambiar la dirección a la Calle
Ricaurte donde permaneció hasta el año 1980, la institución por motivos del
aumento en la matrícula escolar se cambia de sede a la calle Soublette, en la
cual se estuvo laborando hasta julio 1995, luego de esta fecha hasta los
momentos actuales se ubica en la Calle Libertad Sur identificada con el N° 54
Sector Centro
La UEP Colegio Madariaga se
inició con una sección de Primer Grado hasta Tercer Grado, y en los siguientes
años escolares se dio la prosecución estudiantil abriendo una sección para cada
año, Celebrando su Primera Promoción de Sexto Grado en el Año Escolar
1973-1974. Al año siguiente se procedió a aperturar la primera sección de
Pre-escolar siendo esta la Primera Promoción en el Año Escolar 1974-1975. Para
el año Escolar 1995-1996 se inicia con 2 secciones de Primer Año de Básica,
funcionando en dos turnos de acuerdo a la disposición del estudiante, siempre
reconociendo los talentos humanos, consecutivamente dando la continuidad a los
años siguientes, celebrando sus Primera Promoción de Bachilleres en Ciencias en
el Año Escolar 1999-2000.
Hoy con 50 años, representa
una organización con un gran equipo de trabajo, altamente calificado, con una
imagen dinámica, apoyada en los principios pedagógicos, que demanda un país,
promoviendo una educación centrada en el pensar, actuar, sentir y convivir,
reconocida por su proyección en la calidad, excelencia y apoyo a los talentos
deportivos, para que los jóvenes puedan lograr sus sueños y metas
EPÓNIMO
Cortés de
Madariaga, José, Santiago de Chile 8.7.1766
Sacerdote
y doctor en los dos derechos, canónigo de merced de la catedral de Caracas;
escritor, orador y político; una de las figuras principales de la revolución de
Venezuela del 19 de abril de 1810. Hijo de Francisco Cortés Cartavia y de
Mercedes Madariaga y Lecuna. Muy joven inició estudios en el seminario de su
ciudad natal. En 1788 se ordenó sacerdote. Continuó sus estudios hasta
doctorarse en la Universidad de San Felipe (Chile).
En
1798, en competencia con el doctor Miguel de Eizaguirre, aspiró a la cátedra de
decretales en la misma universidad de la cual había egresado. Por no haberse
producido la decisión en Chile, los 2 contendientes viajaron a Madrid ese año,
en busca del fallo correspondiente. Al cabo de 2 años, las autoridades de
España optaron por no dar la cátedra a ninguno de los 2 aspirantes; Cortés de
Madariaga, por real cédula del 17 de agosto de 1800, recibió una prebenda de
merced en la catedral de Santiago. El 12 de abril de 1802 se embarcó en España
rumbo a Chile; pero, por contrariedad de los vientos, llegó a Venezuela, «casi
como un náufrago», dice Cortés. Ese mismo año, de La Guaira pasó a Caracas y
allí solicitó una canonjía en la catedral, la cual le fue concedida el 8 de
marzo de 1803 y de ella tomó posesión el 28 de julio.
El
22 de julio de 1804, desde Caracas, solicitó al inquisidor decano del Tribunal
del Santo Oficio en Cartagena de Indias que se le nombrase comisario de la
Inquisición en Caracas. Su petición no fue atendida. El 19 de abril de 1810 se
hallaba en los alrededores de la iglesia de La Merced cuando fue advertido por
el presbítero José Félix Blanco de los acontecimientos de la mañana de aquel
día y cuando los cabildantes y otros señores allí reunidos, pedían al capitán
general Vicente de Emparan y Orbe una definición de su actitud frente a la
situación política planteada. Cortés de Madariaga, diciéndose representante del
clero, fue uno de los que le conminaron en tal sentido. Emparan, antes de tomar
alguna decisión, se asomó al balcón del Ayuntamiento y dirigiéndose a una
muchedumbre congregada en la plaza Mayor, le preguntó si le querían por
gobernador.
Cortés
Madariaga, quien había seguido al capitán general, detrás de este, hizo señas
negativas con el dedo, a lo cual la multitud Emparan presentó la renuncia de su
investidura. Acto seguido se constituyó un nuevo gobierno que tomó el nombre de
Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII, y Cortés formó
parte de ella, como representante del clero.
El
15 de julio de ese año llegó a La Guaira Narciso Coll y Prat, nuevo arzobispo
de Caracas, y al puerto marcharon, comisionados por la Junta Suprema, Cortés de
Madariaga, Juan Germán Roscio y el secretario José Ventura Santana, con el
propósito de someter al prelado a un interrogatorio y así conocer sus sentimientos
respecto a la decisión recién tomada en Caracas.
El
21 de diciembre del mismo año, por disposición de la Junta Suprema, Cortés
emprendió viaje a Nueva Granada donde cumpliría una misión diplomática ante el
Gobierno de aquel Estado presidido por Jorge Tadeo Lozano. El objeto de la
misión era el de arreglar las amistosas relaciones entre los 2 pueblos. Al
llegar a Timotes (Edo. Mérida), Cortés de Madariaga retiró 2 edictos firmados
por Santiago Hernández Milanés, obispo de Mérida, y colocados en la puerta del
templo y en otros lugares.
El 6
de febrero de 1811, el obispo Hernández Milanés decretó la excomunión de Cortés
de Madariaga, la cual sería suspendida sólo después que Cortés restituyese los
papeles en su lugar y manifestase públicamente su arrepentimiento. El 6 de
marzo del mismo año ya Cortés se hallaba en Bogotá. El mismo día se iniciaron
las conversaciones, las cuales concluyeron el 28 de mayo con la firma del
Tratado de Alianza y Federación entre Cundinamarca y Venezuela.
El
14 de junio del citado año salió Cortés de Bogotá; llevaba consigo el primer
instrumento diplomático suscrito por un representante venezolano con un
gobierno extranjero y 250.000 pesos enviados por Cundinamarca a Venezuela como
auxilio. El viaje de regreso lo hizo a través de los ríos Negro, Meta y Orinoco
y dejó a la posteridad lo que él llamó Diario y observaciones del Pbro.
José Cortés de Madariaga en su regreso de Santa Fe a Caracas, por la vía de los
ríos Negro, Meta y Orinoco. Es un trabajo lleno de narraciones y comentarios
del autor, acompañado de un plano.
El
29 de junio de 1812, el general Francisco de Miranda, desde los valles de
Aragua, donde operaba contra Domingo de Monteverde, dispuso que monseñor Coll y
Prat fuese reducido a prisión por considerarlo contrario a la causa de la
República, y el encargado de este cometido era el canónigo Cortés, quien debía
entregar la persona del pontífice al gobernador militar de La Guaira Manuel
María de las Casas. La detención del arzobispo quedó sin efecto gracias a la oposición
del general José Félix Ribas y del doctor Francisco Javier Yanes, también
comisionados por Miranda para la citada operación. Con ocasión de la
capitulación del general Miranda (25.7.1812), Cortés pasó a La Guaira en
procura de medios para salir de Venezuela, y allí fue apresado por Francisco
Cervériz, junto con varios revolucionarios.
El 8
de septiembre del mismo año fue remitido a España en unión de Juan Germán
Roscio, Francisco Isnardi, José Barona, Juan Pablo Ayala, José Mires, Juan Paz
del Castillo y Manuel Ruiz. Es el grupo al cual Domingo de Monteverde dio el
nombre de «ocho monstruos», en su comunicación a las autoridades de la
Península cuando hizo el envío de los prisioneros. Cortés y sus compañeros
fueron confinados en la prisión de Ceuta, después de 7 meses en La Carraca de
Cádiz. En 1814, gracias a la intervención del mercader británico Thomas
Richards, los prisioneros se fugaron y se trasladaron a Gibraltar, donde se
pusieron bajo la protección de la bandera inglesa; pero el gobernador de la
plaza los entregó a las autoridades de España y de nuevo fueron confinados en
Ceuta, hasta el 21 de noviembre de 1815, cuando recobraron la libertad, por
mediación de los buenos oficios de Richards ante el Gobierno inglés y la
opinión pública.
En
1816 el canónigo se hallaba en Jamaica. En abril de 1817 llegó a Margarita y el
17 del mismo mes publicó un manifiesto por el cual abogaba por la formación de
un gobierno representativo, emanado de la voluntad popular. Estas ideas las vio
plasmadas el 8 de mayo de ese año cuando en San Felipe de Cariaco (Edo. Sucre)
se reunió el Congreso de Venezuela, convocado por el general Santiago Mariño,
integrado por unos 10 representantes y presidido por Francisco Javier Mayz. El
Poder Ejecutivo surgido del Congreso lo designó delegado de Venezuela ante
Estados Unidos, pero Cortés no llegó a desempeñar esta comisión, pues el 25 de
ese mes, ante la llegada del general Pablo Morillo a la isla, se embarcó rumbo
a Jamaica. Allí desarrolló actividades en favor del reconocimiento de la
independencia de Venezuela, especialmente por Inglaterra.
En
Kingston entró en contacto con el marino francés Luis Aury, a la sazón jefe de
una flotilla corsaria, en busca de patentes para actuar. El 3 de junio de 1818,
Cortés de Madariaga, autodenominado «ministro extraordinario de las Repúblicas
Federales de Buenos Aires y Chile», extendió a Aury un documento por medio del
cual lo comisionaba para desembarcar en Portobelo y Chagres con el intento de
ocuparlos en nombre de las repúblicas de Buenos Aires y Chile.
Agregaba
Cortés que autorizaba a Aury para que se posesionase de la capital de Panamá y
del territorio de su provincia, con el empleo de la fuerza, si fuere necesario.
En acatamiento a lo dispuesto por Cortés, Aury se apoderó el 4 del mismo mes de
las islas Vieja Providencia y Santa Catalina, y en ellas enarboló los
pabellones de las repúblicas representadas por Cortés. De dichas acciones
informó el canónigo en agosto de 1818 a Juan Martín de Pueyrredón, jefe del
gobierno de Buenos Aires y también al de Chile.
Los
proyectos de Cortés de Madariaga estuvieron a punto de realizarse. Entre las
causas que lo impidieron está la llegada del general Gregor MacGregor a la
Vieja Providencia, con buques, 800 soldados británicos, víveres y material de
guerra; todo proveniente de Londres. MacGregor propuso a Aury una operación
sobre el istmo para ocupar Portobelo y seguir hacia Panamá y Aury acogió los
planes del escocés. Otra de las causas del fracaso de Cortés en sus acciones
fue la culminación exitosa de la campaña de Nueva Granada (1819), llevada a
cabo por Simón Bolívar, lo cual restó importancia a los planes sobre el istmo.
En
1820, Cortés participó en la campaña de recuperación de la costa atlántica
desde Santa Marta hasta Cartagena de Indias, llevada a cabo por el coronel
Mariano Montilla, y acompañó a este jefe en la ocupación de Cartagena
(1.10.1821); de esta plaza pasó a Santa Marta y de allí a Río Hacha. El 29 de
enero de 1823, José Manuel Restrepo, secretario de Estado, le anunciaba que el
vicepresidente de Colombia, Francisco de Paula Santander le ha nombrado deán de
la catedral de Santa Marta; pero Cortés rechazó este empleo, alegando su
derecho sobre la canonjía de Caracas; ignoraba que su cargo había sido ocupado
desde 1819. Tras el rechazo al deanato de Santa Marta, el Congreso de Colombia
acordó una pensión para Cortés por considerarlo un acto de justicia para los servidores
de la patria.
La Gaceta
de Colombia del 26 de marzo de 1826 dio noticia del deceso de Cortés de
Madariaga declarando que «...a su firmeza se debió en gran parte la revolución
de Caracas del 19 de abril de 1810 [...] El Dr. Madariaga merece los más
tiernos recuerdos de los colombianos por su ardiente
patriotismo y amor a la libertad».